El método solido.

No estar, disimular, escapar…

Ser como viento invisible
lleno de voluntad, desaparecer,
y que el rastro sea un hilo inexistente
que agarra solo a la gente,
que quiere seguirlo en realidad.

Ser una tregua activa pero indiferente,
que toca suave al mundo,
pero que no deja huella
ni una marca en absoluto.
Ser tren vacío, destino lleno.

Ser como agua trasparente,
mientras las luz se empapa y te traspasa.
Adueñarte de algo sin la necesidad
de que algo se adueñe de ti,
saciarte en blanco,
porque a veces trascender
es un viaje movido que se hace quieto.

Ser cada día materialmente
menos que antes,
sin que nada se mueva,
ser como un silencio que precede
a nada en concreto,
un profundo bocado entonces.

Ser ligero finalmente, sin que ningún cabo
atado a cualquier cosa detenga tu paso.
Ser dispensable por tanto,
como si necesariamente no hiciera falta
ser amable, o tomar contacto.

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