LA FUSIÓN DEL TIEMPO

ESPARTACO

Se advierte al lector que esto va más allá del cuarto milenio, por lo tanto de ciencia no tiene ni el nº cero, como mucho tiene el símbolo de lo infinito. Seguro que a los mas eruditos les ofende, pero como desconozco los ojos que me miran, tengo que recalcar que es solo un solaz poético.

 

El tiempo se licua

se derrite toda forma

y las gotas ya nacidas

se solidifican en la gente

primero en fantasía

luego en capicúa

 

Entrenó Roma al soldado

para entretener a pueblo

entrenó roma al soldado

para distraer al pueblo

Engaño Roma en el peso

para dividir al pueblo

 

Si en la piel de Espartaco

quieres estar

debes de leer a Plutarco

porque es capaz de relatar

tu vida paralela

mientras estás en el altar

 

De Bulgaria

el tracio salió

y el musculo

mantuvo tieso

en una mina de yeso

hasta que a Capua llegó

 

Sangre encima del hombro

tripas sobre la arena

soledad entera y eterna

cuando sin pestañear espera

que el pulgar gire hacia arriba

 

No te debe dar igual

Apiano que Plutarco

mientras uno es singular

el otro juega con arco

 

Panem e circense

exaltaciones,apuestas y vítores

hombres y dioses

gritan sin medida al héroe

para que vierta la sangre

que estimula y divierte

 

Las muescas que lleva en la piel

sangran sobre el papel

y sueldan la letra en él

llorando el pasado aquel

que se pierde detrás de él

 

Los instintos ordenados

sin buscar dificultad

escuchan a sus magos

mientras el alma y la razón

se han soltado a la sazón

y piensan sin emoción

viendo con devoción

el arco iris de la reflexión

siendo la conclusión

un papiro de libertad

 

Y en los ciclos de la historia

vuelve a surgir el soldado

unas veces despechado

otras también maquillado

casi siempre engalanado

y a la veces con coleta

 

Lo preparó el Reino

en el siglo veintiuno

lo preparó el medio

para que pensara en libertad

admirara las batallas

el vuelo de las águilas

y los remansos de paz

 

El arpa y la lira ensayan

Los sonidos se combinan

para encontrar la armonía

entre el sonido del tambor

la sangre de la arena al sol

y las hazañas del gladiador

 

Se mezcla entre el pueblo el poeta

sacando su viva pasión

y gritando las palabras

que tiemblan sobre la tierra

alejadas de la letra

 

Oh! Musa destronada

en mi lecho deshojada

imperfecta y humillada

y en mi pecho saqueada

y cada noche evaporada

en una efervescente Julieta

 

A escondidas el poeta

va captando la impresión

y consiguiendo la prospección

de la inteligencia del soldado

y de los vicios del emperador

 

Mientras tanto el emperador

se ríe en el mostrador

sin saber que la confusión

se mezcla con las miradas

de la cultura del mirador

 

El filosofo busca en los gestos

los verbos más adecuados

para que una vez triturados

los pueda comer el pueblo

apreciando su sabor

 

Actuó en teatros

anfiteatros y foros

perfeccionó sus gestos

afiló sus armas

y al llegar el momento

ganó su primera batalla

 

La admiración se supera

mientras la inteligencia reacciona

escapando de la libertad

se da de bruces con ella

 

Las armas ya son mortales

dejando a la gente quieta

pero las palabras claves

son las que tienen las llaves

de las conexiones de la ciudadela

 

Aprovechando un destello fugaz

de esos que hacen instante

se quitaron los grilletes

y escaparon del cuartel

llevándose a cien por delante

sin mostrar desfachatez

 

El viento sopla silente

el sol derrite el tambor

y al chocar sobre el ariete

suena una danza macabra

que impulsa la rebelión

aunando todas sus mentes

 

La producción ha comenzado

el espectáculo asegurado

mientras la energía se libera

la tecnología se prepara

para algo nunca visto

sin choque irá la corriente

 

El legionario decidió

y saliendo de la arena

puso sobre la mesa

lo que estaba en la cabeza

de irresistible tormento

la cabeza del senador

 

La pasión arrasó todo

y el miedo lo retorció

y de un solo tajo cortó

los vínculos soldados

de todo aquello pactado

con los amos de todo dios

 

La esclavitud resquebrajó

Primero esclavos y villanos

luego libres, necesitados

pedigüeños y mendigos

Los esclavos del destino

cuya superstición empujaba

a dar un golpe de timón

 

Las máquinas trabajaban

para los grandes patrones

los recursos se agotaban

entre los dientes de los señores

sin aportar ingredientes

ni a la tierra ni a su gente

 

El reparto del botín

llega a la gente al fin

aunque lo principal se guarda

para escapar de allí

 

Llegan los normales

detrás de los corrientes

juglares, circenses y valientes

entran en esa corriente

sin dejar indiferente

al pueblo más pudiente

 

El sonido del eco

se mezcla en los lechos

Se cambia la nota

y suena otra cosa

que invita a soñar

 

Triunfos pequeños

disgustos certeros

hazañas narradas

en espacio adecuado

para levitar

 

El acantilado del Vesubio

sirvió en bandeja al Traciano

la victoria ante el Imperio

y dejó pensando al romano

 

En centro-Europa pensaba

y solo un pie posó

el pasado está escrito

el futuro aun no

 

Mordió el polvo Cayo Claudio

y luego también Varinio

Roma pasó de Pretores

e implicó a Cónsules rectores

en la defensa lo divino

Tembló Léntulo Gelio

se estremeció Arrio

y trepidó Casio Longino

 

El historiador duerme la siesta

para reposar los datos

pues la tinta que escribe la historia

no puede generarse de facto

Le tocan la lira Floro

al despertar de la siesta

 

Pudo llegar a los Alpes

si así lo hubiese querido

y alejarse del imperio

en cuanto derrotó a Longino.

 

Pero la ilusión le embargó

y el resplandor lo cegó

miró por el tercer ojo

y la bola de cristal decidió

 

La chatarra ya les damos

y limosnas al contado

¡somos así los señores!

pero como ellos son avariciosos

quieren cobrarnos impuestos

para gastarlo en teatros y conciertos

botellones, hospitales y remedios

 

El vino de Roma

que llega de Ibérica

moja las cuerdas

y suelta la lengua

La lira recita

mientras el arpa resuena

 

El soldado recita

y se sabe las notas

Visible en la hoguera

las voces silencia

con el brillo la espada

el futuro quebrado

y el puñal a la diestra

 

Miradas en alto

y alguna siniestra

Bocas abiertas

dientes cocosos

ardientes sudores

alrededor de la hoguera

 

Invita al silencio

simula el callar

susurro pequeño

que manda aplacar

El destino sonríe

detrás del azar

 

A Roma! Grita a las sombras

Espadas en alto

reflejos primarios

sacudida de lanzas

gritos de rabia

exceso de celo

tambores de guerra

que repican sin par

 

Cabalgares inciertos

relinchos inquietos

caballos sudados

pezuñas quebradas

piafares y coces

que azuzan las voces

al descabalgar

 

Y en el sueño de la guerra

roncan los actores de la escena

mientras el director del poema

vela, diseñando las batallas

que tienen todas las guerras

 

Si te cuenta el relato Apiano

no encontraras el piano

en ninguna de sus notas

porque solo tocaba el arpa

que estaba de moda en Roma

 

Las batallas se complican

mientras las dudas les salpican

Los egos explosionan

con ruidos que implosionan

en traiciones que erosionan

los caballos que desbocan

 

El senado se mosquea

y manda a Craso atacar

hasta que llega Pompello Cneo

y los manda crucificar

 

En el río Silario perdió

pero antes se dividió

para mayor grandeza del romano

 

La leyenda se gesto en la hoguera

el mito surgió de allí

de las chispas que saltaban

y embobadas rebotaban

en la épica que rimaba

con las hazañas de aquí

 

Libros en alto

coches rugiendo

el claxon sonando

como si ganara el Madrid

poemas abiertos

a tiempos cruzados

como en la guerra servil

 

Fusiones de tiempo

en un tiempo enredado

fusiones de versos

en universos mezclados

enlaces de átomos

que fuerzan al tiempo

a formar una época

de mayor amplitud

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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